Invertir en fincas rústicas representa una de las operaciones con mayor garantía de rentabilidad.
No obstante, es importante saber que las fincas rústicas no son urbanizables, es decir, no podemos construir una vivienda particular o aprovechar el suelo para la explotación inmobiliaria.
Pese a ello, las opciones para este tipo de terrenos son muy variadas. A continuación te detallamos las acciones más comunes que pueden realizarse en estas áreas.
Rehabilitación de fincas rústicas
Algunas fincas rústicas incluyen edificaciones antiguas. En estos casos la ley sí permite aprovecharlas, pero obviamente antes tenemos que proceder a su rehabilitación.
Una práctica recomendable es rehabilitar toda la infraestructura y adaptar su interior para el fin que queramos darle, que puede ser para una vivienda personal, como también para un alojamiento, por ejemplo, que se enmarque en la categoría de turismo rural.
Todo dependerá de la ubicación, las dimensiones y las posibilidades prácticas que esta edificación pueda llegar a ofrecer, incluso con la mejor rehabilitación posible.
Fincas rústicas para explotación comercial
Muchas fincas rústicas están destinadas a la explotación comercial. En estos casos, sí es posible habilitar el espacio para que los responsables de este trabajo tengan un sitio donde dormir, sirviendo así de esta forma como vivienda mientras se desempeñen las labores para las que se va a utilizar el terreno.
La explotación que se puede hacer en estos casos debe ser de carácter agrícola, ganadero o cinegético (es decir, para caza).
Otras utilidades de las fincas rústicas
Estas dos anteriores son las dos vías por las que se conoce más la utilización de fincas rústicas, pero en la práctica tienen muchas más utilidades que pueden aprovecharse.
Por ejemplo, hay Comunidades Autónomas que sí permiten la creación de espacios de diverso tipo en fincas rústicas, como los siguientes:
- Instalaciones deportivas.
- Infraestructuras culturales.
- Entornos científicos.
- Centros docentes.
Eso sí, la construcción de estos espacios en fincas rústicas, deben siempre mantener una vinculación respetuosa con el entorno natural.
También para poder ejercer profesionalmente en estas actividades, se permite la construcción de viviendas aisladas unifamiliares, siempre que no exista una posibilidad lógica de desplazarse diariamente desde y hacia la localidad más cercana.
La necesidad de encontrar espacios para instalaciones tecnológicas y energéticas, también ha ofrecido una nueva vía de rentabilización a las fincas rústicas.
Muchas compañías de telecomunicaciones contratan estos espacios para la ubicación de antenas de telefonía o instalaciones del sector tecnológico de muy diverso tipo.
Incluso la industria energética está interesada en las fincas rústicas, para la instalación de plantas de generación de energías renovables, aprovechando así los recursos naturales más apropiados, en función de la ubicación en la que se encuentren.
Todas estas posibilidades siempre vienen delimitadas por cada Comunidad Autónoma, pero lo cierto es que cada vez hay mayor permisividad, siempre que el aprovechamiento de la finca rústica sea evidente y, sobre todo, se haga de una forma sostenible que no perjudique al entorno natural en el que se encuentra ubicada.