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Razones para contratar un guarda rural

por que deberias contratar un guarda rural

Los guardas rurales representan una figura profesional que puede ofrecer grandes ventajas y beneficios para quienes cuentan con ellos.

En este artículo te explicamos qué funciones tiene un guarda rural y por qué es recomendable contar con estos profesionales para tu finca o terreno.

¿Qué son los guardas rurales?

Para entender la figura de los guardas rurales, es necesario acudir a la formulación legal que tiene.

Precisamente en el año 2014 se formuló la última identificación oficial de estos profesionales, en la Ley 5/2014 de abril de Seguridad Privada. Desde el mes de junio de 2014, los conocidos como guardias particulares del campo se llamarían guardas rurales.

Además, hay que saber que los guardas rurales están enmarcados en las profesionales que forman parte de la seguridad privada, como los guardas de caza y los guardas de pesca marítima y que son inspeccionados y controlados por la Guardia Civil.

No obstante, la figura de guarda rural no es ni mucho menos nueva. En noviembre de 2020 cumplió esta profesión 171 años. Más de siglo y medio al servicio del cuidado y la protección de los campos españoles.

Aún hoy en día, su trabajo sigue siendo reivindicado por estos profesionales, ya que su labor sigue siendo imprescindible.

Funciones de los guardas rurales

Como indicamos al principio del artículo, conociendo las funciones de los guardas rurales es más fácil entender las ventajas de contratarlos.

A nivel general, un guarda rural tiene entre sus funciones vigilar y proteger, tanto a personas como bienes en fincas rústicas.

Pero no hay que coger este concepto de forma limitada. En realidad, los guardas rurales pueden ejercer estas funciones en diversos tipos de propiedades, tales como montes (ya sean públicos o privados), campings, bodegas, parques eólicos, plantas fotovoltaicas, etc.

Ahora bien, si nuestro terreno está destinado a actividades cinegéticas, es preferible contratar a un guarda de caza, cuyas funciones específicas, además de la vigilancia y protección, también engloban acciones con respecto a estas actividades.

Regresando a los guardas rurales, hay un factor clave para fomentar su contratación y es que no tienen por qué formar parte de una empresa privada de seguridad.

Un guarda rural puede ser autónomo, con lo que podemos contratarlo directamente con las ventajas que esto conlleva. Entre ellas, el hecho de poder negociar mejor entre ambas partes sus funciones, su horario laboral y sus responsabilidades.

La seguridad promocional de un guarda rural

Los guardas rurales nos ofrecen la protección de la finca rústica que, como propietarios, necesitamos. Así podemos garantizar la salvaguarda de nuestros bienes inmuebles, instalaciones o incluso de nosotros mismos si vivimos en este terreno.

Pero a nivel promocional, un guarda rural también ofrece su atractivo. La garantía de seguridad es tan importante para huéspedes que quieren alojarse en unas instalaciones alejadas de la ciudad, como para clientes y proveedores, interesados en que el ganado esté protegido o en que el cultivo esté bien custodiado.

Se transmite con ello calidad, tranquilidad y seguridad. Factores que pueden incentivar la compra de bienes o servicios que comercialicemos.